Después de 7 años desde su última actuación en la ciudad, cuando tocó en el Palau Sant Jordi con orquesta sinfónica, Sting vuelve a Barcelona para realizar un concierto en un recinto más pequeño, el Sant Jordi Club, en motivo de la presentación de su nuevo disco, 57th & 9th. En este último trabajo, vuelve a sus inicios con canciones mucho más rockeras de lo que nos tenía acostumbrados.

En esta ocasión la banda estaba formada sólo por 3 músicos: Dominic Miller,  guitarrista habitual desde hace más de 35 años, el hijo de Dominic, Rufus Miller, a la segunda guitarra y Josh Freese (Devo / NIN) a la batería.

La velada empezó con Sting tocando en acústico antes de los teloneros la canción de su nuevo disco Heading South on the Great North Road, como forma de agradecimiento a los fans que llegaron temprano.

Inmediatamente después aparecieron en escena los teloneros The Last Bandoleros, presentando su primer EP con un sonido que mezcla a Los Lobos y The Monkees. Hicieron una actuación corta pero intensa donde para guinda del pastel, en la última canción de su set, Where Do You Go?, se unió Sting y su banda.

Poco después salió Joe Summer, el hijo de Sting, acompañado únicamente de una guitarra semiacústica para interpretar dos temas propios antes de que su padre saliera en escena,  demostrando que ha heredado el talento de su padre.

Ya con pocas dilaciones empezó el concierto del artista británico, a lo grande. Con dos canciones de The Police, Synchronicity y Spirits in the Material World, recordando al grupo que le llevo al estrellato.

Después de este inicio apoteósico prosiguió con sus dos mayores hits de su carrera en solitario, Englishman in New York y I Can’t Stop Thinking About You, con una gran acogida entre los asistentes.

La media parte se centro principalmente en las canciones de su nuevo LP, 57th & 9th, mezcladas con algunas de sus discos en solitario anteriores. Quedó palpable que tenían ganas de presentar estos nuevos temas al público barcelonés, de sorprender a quienes pensaban que se habían quedado en una buena banda del pasado.

El concierto prosiguió con un clásico de The Police, Message in a Bottle, que a diferencia de otras ocasiones, donde Sting interpretaba el tema él sólo en acústico, fue tocado con toda la banda sonando muy potente y demostrando que los años aún no han pasado para él. Seguidamente apareció Joe Summer con una acústica para tocar una cover de Ashes to Ashes, recordando al fallecido David Bowie, y posteriormente la banda la enlazó magistralmente con el tema 50,000, un tema del nuevo disco dedicada a todos los músicos fallecidos en estos últimos años.

Llegó el momento de tres temas más de The Police, Walking on the Moon, So Lonely y Roxanne, siendo estás las canciones que finiquitaban extraordinariamente la parte central del concierto. Pocos minutos después la banda regresó para interpretar dos himnos más de The Police,  Next to You y Every Breath You Take, que fueron coreados por todos los espectadores y acabaron recibiendo una gran y merecida ovación.

Al cabo de unos instantes volvieron a salir para interpretar Fragile, una canción del disco …Nothing Like the Sun, finalizado así un concierto de casi 2 horas donde se mezclaron temas de todas sus etapas, mostrándonos a un Sting en muy buena forma, y que después de unos años experimentando diversos géneros, ha decido volver a sus raíces.