Texto: Frank Joe Solano

Fotografía: Bruno Tamborero

El día viernes 29 de Septiembre de 2017, tuve la ocasión de asistir al concierto de la banda americana de rock The Maine que presentaron su nuevo álbum Lovely Little Lonely que lanzaron a principios año. Su último trabajo nos deja claras influencias de su estilo, pop rock con referentes líricos del pop punk, manteniendo su esencia sin perder su personalidad que le ha ido caracterizando desde su álbum debut Can’t Stop Won’t Stop.

Previamente a la actuación del grupo principal, tuvimos el placer de disfrutar de la música de dos grupos teloneros; en primer lugar The Technicolors con su deleitante brit rock brindándonos singles de su nuevo disco lanzado este año, Metaphysical (2017) y de su anterior trabajo Ultraviolet Disguise (2015). Su actuación asombró a los espectadores que se llevaron una sorpresa al oír la buena sintonía de su música rock, con un estilo propio que les diferenció del resto de grupos. Por otra parte, Night Riots, continuó lo que empezó The Technicolors, mantener un ambiente cada vez más motivado gracias a una actuación memorable tocando principalmente hits de su último disco Love Gloom (2016) y destacando el momento “drum break” en el que iluminaron Sala Bóveda con baquetas brillantes.

Acabando las grandes presentaciones de las bandas teloneras, llegaba el turno para los esperados The Maine, que empezaron tocando singles de su álbum más reciente Lovely Little Lonely (2017), que logró que toda la sala perdiera el aliento desde la primera canción. Como era de esperar, nos proporcionaron directos de uno de sus discos más reconocidos, American Candy (2015), pero sin olvidarse de sus raíces tocando canciones como Girls Do What They Like, Right Girl o Like We Did, de sus primeros discos Can’t Stop Won’t Stop, Pioneer y Black & White respectivamente.

El set del grupo tuvo la duración de una hora, una hora en la que pudieron satisfacer a todo tipo de fans, nuevos y viejos, ya que recorrieron partes de sus antiguos álbumes, cautivando a los asistentes y con la aceptación del público desde el primer hasta el último minuto, especialmente cuando sonaron aquellos temas más clásicos como Right Girl, entre otros, donde pudimos ver como hasta el fan más nuevo disfrutaba y bailaba a ritmo de la canción.

The Maine es especialista en crear ese ambiente en el que uno no sabe si esta en un concierto o en una discoteca, ya que el ritmo de sus canciones incitan al movimiento y no al simple acto de saltar en un concierto, transformando el pop a su versión más pegadiza, lírica y rítmicamente.

La sensación que nos dejó el grupo fue de satisfacción y a la vez de nostalgia por no poder seguir escuchándolos durante toda la noche. Vimos un set muy completo y muy entregado por parte del grupo, dándolo todo en su penúltima fecha antes de acabar su gira Europea, supieron llevarnos de un extremo a otro, con tonos exaltantes y calmados, momentos de tranquilidad cantando lentamente y momentos de locura gritando las letras de sus canciones, un set que nos demostró que son capaces de no dejar a ningún fan insatisfecho, ejecutando un concierto que podríamos definir como intenso e impresionante.