Texto: Frank Joe Solano

Fotografía: Bruno Tamborero

El pasado Sábado 14 de Octubre, el día después de que Jason Voorhees aterrorizara nuestro Viernes 13, tuve el placer de cumplir un sueño de la infancia, ver en directo a uno de los grupos que llevo tatuado en el corazón, Papa Roach.

Todos los fans de la banda, ya fuesen antiguos o nuevos, les esperaban con unas ansias inmensas ya que llevaban sin pasar por el país desde el año 2001. Presentándonos su nuevo trabajo Crooked Teeth, Papa Roach desarrolló dicho disco con unos toques que se acercan más al pop rock que al de sus orígenes, que fueron el Nu Metal/Hard Rock/Rock Alternativo, pero aún así, no  han perdido ese toque que nos incita a no parar de escuchar el disco una y otra vez, a diferencia de sus dos últimos álbumes The Connection y F.E.A.R., los cuales tuvieron un éxito algo menor al presente trabajo de la banda californiana.

Empezamos la noche con los teloneros, Ho99o, un grupo de Hip Hop/Hardcore Punk/Horrorcore  estadounidense que, en pocas palabras, nos decepcionó de tal manera que algunos de los presentes se puso los cascos para prepararse para lo que venía después y otros simplemente apartaban la mirada del escenario. Con una actuación rara, violenta y repetitiva, los teloneros nos dejaron un sabor agrio, no es que no nos gusten el ritmo duro del punk, simplemente no nos aportó nada que nos hiciera estar atento por más de media canción.

La noche realmente empezó cuando se subió el telón, literalmente, para la actuación de Papa Roach y abrieron el conciertazo con su single Crooked Teeth para continuar con dos de los temazos que caracterizaron su carrera como lo son Getting Away with Murder y Between Angels and Insects de los álbumes Getting Away with Murder (2004) e Infest (2000), respectivamente. Haciendo un repaso por sus hits más conocidos, la banda logró un balance en su setlist que consiguió que ningún fan sintiera que se dejaban algo, lo cual hubiese dado igual ya que ellos saben cómo hacer que una actuación te lleve al mismísimo nirvana. Haciendo un repaso por álbumes como Lovehatetragedy (2002), The Paramour Sessions (2006), Metamorphosis (2009) y F.E.A.R. (2015), la banda supo como explotar al máximo cada uno de sus hits con una persistencia que se notaba en cada línea que cantaba Jacoby y en cada acorde o golpe de baqueta que sonaban a ritmo de un público alentador, consistente y muy entregado en todos y cada uno de los “Wall of death” o “Circle pit” que la banda ordenaba.

Todos y cada uno de los asistentes al concierto, pudieron escuchar la voz y el sonido de Jacoby, que a sus 41 años aún puede mantener un grito por un periodo de tiempo largo y de esta manera dejarnos con la boca abierta, añadiendo a su performance una actitud incesante, activa y conmovedora en algunos momentos, especialmente cuando hicieron un mix al final de la canción Forever con In The End de Linkin Park y de esta manera honrar la memoria del recientemente fallecido, Chester Bennington, dicho momento fue recordado por todos ya que pudimos ver a un Jacoby muy emocionado, con alguna lágrima en los ojos finalizando la canción con un mensaje para todo el público, un consejo, una ayuda para todas aquellas personas lidiando con problemas de la vida, alentándolos a conseguir apoyo de los seres más queridos. No fue aquí cuando se acabaron los mixes, ya que escuchamos partes de temas legendarios como Another Brick In The Wall y Blitzkrieg Bop al final de American Dreams y …To Be Loved, respectivamente.

Para finalizar la noche, el cantante se enfundó la camiseta del FCB de Messi para empezar los encores, algo que hizo que el público lo diese todo y más en las últimas canciones para hacer de este concierto uno que no olvidaremos ni aunque vuelvan a pasar por  Barcelona hasta dentro de otros 16 años, caracterizando el concierto como épico y muy potente, tanto que hemos oído que la mayoría de asistentes se quedaron afónicos por los siguientes 2 días, lo cual nos hace saber que este concierto no pasará desapercibido en nuestra memoria.