Texto: Frank Joe Solano

Fotografía: Bruno Tamborero

El pasado Jueves 16 de Noviembre tuvimos el placer de asistir a un concierto que llevaba el pop punk como principal motivación. Nos visitaba por tercera vez una de las bandas británicas más significativas del pop punk inglés, ROAM.

Presentándonos su segundo disco de estudio, Great Heights & Nosedives (2017), que después de tres EPs y otro disco de estudio, Backbone (2016), se consagra como su mejor trabajo hasta el momento, con una bases sentadas, letras significativas, riffs innovadores y su característica unión de todos estos elementos, ya que en la escena del pop punk británico actual, hay muy buenos grupos y aún así, esta banda ha conseguido diferenciarse y conseguir un puesto en lo alto del reconocimiento británico como una de las bandas de pop punk más escuchadas del momento.

Para empezar la noche y calentar al público, la banda británica invitó a un grupo nacional, Treehouse Kids. Un grupo que, en la escena nacional del pop punk, podríamos considerar como uno de los más influenciados por el pop punk americano, algo que han sabido adaptar a sus letras, algo comunes pero a la vez pegadizas. Nos ofrecieron una performance que caracterizamos como suave para ser pop punk, quizás se debía al hecho del pequeño tamaño de la sala, aunque eso no impidió al guitarrista desahogar toda la excitación, motivación y emoción que llevaba dentro, algo que apreciamos ya que el grupo a veces parecía algo ‘paradito’, aún así, sonaron bien y disfrutamos de una actuación que estamos seguros que volveremos a ver y entonces nos sorprenderán mucho más de lo que lo hicieron esta vez.

Para los que ya habíamos visto a ROAM en anteriores ocasiones, sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, pero al ser en una sala diferente a las anteriores, presenciamos un concierto mucho más íntimo que las dos veces anteriores.

ROAM empezaba con la canción más significativa de su nuevo disco, Alive, la que a nivel lírico es todo lo que esperamos de una canción, pasión, comprensión, esperanza y motivación. El concierto acababa de empezar y la banda ya nos tenía gritando con una intensidad y dedicación que pocas veces se ve en una sala entera.

Lo que más nos gustó del concierto fue la variedad de temas que pudimos escuchar, muy antiguos y muy nuevos, ya que los primeros EPs fueron los que los hicieron conocidos, y esos temazos son los que los más fans esperábamos escuchar, aunque sea la tercera vez que los escuchemos en directo, jamás nos cansaremos de saltar al ritmo de canciones como Head Rush o Warning Sign de sus primeros EPs Head Down (2013) y Viewpoint (2015), respectivamente.

A medida que iba avanzando la noche vimos como el ambiente se iba caldeando cada vez más, la siguiente canción nos gustaba más que la anterior y así hasta que llegamos a eclipsar la voz del cantante Alex Costello, el cual, junto con todo el grupo, quedaron encantados con la actitud del público, porque ya fueran canciones nuevas o antiguas, el público se dejaba los pulmones en cada tema que nos brindaban, y es que su último trabajo de estudio ha sido mejor recibido incluso que su disco debut Backbone (2016), algo que no nos lo esperábamos ya que su disco debut estuvo lleno de hits significativos como All the Same, Cabin Fever, Deadweight, Tracks o Hopeless Case, y quedamos extasiados cuando vimos en directo algunas de estas canciones ya que en su segunda vez en Barcelona no pudimos disfrutar del directo de temas como All the Same y Tracks especialmente, ya que es uno de los pocos temas lentos de dicho álbum y es, en todos sus aspectos, fantástico y dentro del pop punk lo difícil es bajar el nivel de intensidad con un tema que hasta los más movidos quieran parar por unos minutos y cantar como si no hubiera mañana.

Con riffs que caracterizamos como tremendamente pegadizos, ROAM destaca a todos y cada uno de sus integrantes, ya sean guitarras, bajos o batería, es una de las mejores combinaciones que vemos actualmente en el pop punk británico, y podemos añadir que son uno de los mejores en animar al público, interactuar e incluso saltar encima de ellos si hace falta, como lo hizo el cantante Alex Costello en la última línea de la canción final del concierto, Head Rush, una culminación perfecta, llena de voces que retumbaban toda la sala e hicieron que todos fuésemos uno mientras gritábamos ‘This was for you, this was for you’, algo que estamos seguro que echaremos de menos, pero que no tardaremos en volver a ver en directo en nuestro país.