Después de más de 3 años sin saber nada de ellos, Green Day ha vuelto de gira por Europa con un nuevo disco bajo el brazo, Revolution Radio, un álbum donde la banda ha decidido volver al sonido de sus inicios en lugar de experimentar, como hicieron en sus anteriores trabajos.

Con todos esto en mente, cuando la banda californiana anunció que a principios de 2017 iba a embarcarse en una gira, no dude en comprar entradas para su concierto en Amsterdam para poder volver a verlos en vivo.

Cuando llegué al recinto, Ziggo Dome, ya se podía palpar en el ambiente las ganas que había de volverlos a ver. Los primeros en llegar, eran conscientes que iban a tener la oportunidad de ver una de las mejores bandas en directo que hay actualmente.

A las seis y con 30 minutos de retraso del horario programado, se abrieron las puertas del estadio y las primeros fans ya iban llenando las primeras filas del recinto, entre los que me encontraba yo.

Aproximadamente a las siete, salieron en escena los teloneros de esta gira, The Interrupters, la banda americana de ska punk liderada por Aimee Interrupter y acompañada por Kevin Bivona a la guitarra, Justin Bivona al bajo, y Jesse Bivona a la batería, tocó un set formado por 9 canciones, 8 temas propios de su álbum homónimo y una versión de  Operation Ivy, en una actuación donde estuvieron en todo momento intentando animar al público aunque gran parte de los asistentes no les prestó la atención que se merecían.

A las 8 en punto, con el estadio completamente lleno, empezó a sonar, como ya viene siendo costumbre, Bohemian Rhapsody de Queen, donde todos, impacientes, empezaron a corearla a viva voz. Seguidamente apareció el famoso conejo rosa, conocido entre los acérrimos fans como Drunk Bunny, para animar al ansioso público al ritmo del legendario tema de The Ramones, Blitzkrieg Bop.

Las luces se apagan. Empieza a sonar The Good, the Bad and the Ugly, entonces de repente se vuelven a encender las luces y allí está el trio californiano.

Ya teniendo al público ganado por únicamente su presencia, empiezan con Know Your Enemy, desatando una locura generalizada, demostrando que a pesar de los años siguen sonando súper compactados, y como viene siendo habitual, una fan subió al escenario para acabar de cantarla.

Después de este inicio espectacular prosiguieron dos canciones, Bang Bang y Revolution Radio, que aun perteneciendo al nuevo disco y motivo de la gira, se notaba que los asistentes ya las tenían interiorizadas.

Continuaron con 3 clásicos del disco American Idiot, probablemente su trabajo más aclamado, estos fueron Holiday, Letterbomb y Boulevard of Broken Dreams, donde en el último Billie Joe pidió que se respetarán los derechos de las personas que habían sido retenidas en los aeropuertos americanos por la polémica ley de inmigración de la administración Trump.

Después de tocar estos clásicos de American Idiot decidieron tocar Troubled Times, canción que no aún habían interpretado en directo, haciendo de este un tema muy apropiado a la situación actual del mundo.

Era el turno de las antiguas, como Longview o 2000 Light Years Away, donde en medio tocaron Youngblood del nuevo disco, que innegablemente nos recuerda a sus inicios y por ello, encajó perfectamente en el repertorio. Me sorprendió que se atrevieran a tocar canciones menos conocidas, como Waiting y Scattered, siendo un bonito detalle por parte de la banda a sus fans más fieles.

Como suelen, invitaron a fans a unirse a ellos, uno subió al escenario para acabar de cantar Longview y otro subió para tocar la guitarra en la cover de Operation Ivy, Knowledge.

Y como siempre, salió la banda disfrazada para tocar King For A Day enlazándola con versiones de Shout, Always Look on the Bright Side of Life, (I Can’t Get No) Satisfaction y Hey Jude donde los diferentes miembros de la banda se fueron intercambiando los roles y todos se unieron a la fiesta tarareándolas.
Para finalizar la parte principal tocando dos canciones del nuevo disco,  Still Breathing y Forever Now, donde se notó que el público ya las conocía a la perfección.

Por si esto fuera poco, aún volvieron con Billie Joe vestido de negro y con la corbata roja, como iba vestido en la gira de American Idiot, para tocar American Idiot y Jesus of Suburbia, haciendo que el público se volviera loco una última vez y se formará un wall of death enorme, fomentado por el propio vocalista.

Para finalizar esta noche inolvidable, volvió Billie Joe salió acompañado únicamente de una acústica para dar punto y final a la actuación tocando Ordinary World, del nuevo disco y el ya clásico, Good Riddance (Time of Your Life).

Acabé con la sensación de haber vivido un concierto memorable donde se demostró que a pesar de los años la banda sigue en plena forma y aún es capaz de emocionar a su público dándolo todo encima del escenario.