Texto: Frank Joe Solano

Fotografía: Bruno Tamborero

El pasado 2 de Noviembre, después del concierto de Neck Deep, continuábamos celebrando uno de los mejores inicios de mes con la banda norteamericana de hardcore/metalcore Stray from the Path. Con una gira en la que venían acompañados de la talentosa banda de hardcore-punk Capsize, los cuales ya habían estado numerosas veces en nuestro país, y el grupo español de hardcore We Ride. Presentándonos su último trabajo de estudio, Only Death Is Real, y siendo la segunda vez que visitan nuestro país desde hace un año, su nuevo álbum nos puso la piel de gallina desde el primer momento en el que lo escuchamos y más aún cuando anunciaron fechas otra vez en España.

Manteniendo su línea de criticar la política, situación actual del mundo, centrándose en Estados Unidos, y la sociedad en la que vivimos, Only Death Is Real se consagra como uno de los mejores discos de metalcore del 2017, con unos riffs duros, que podemos caracterizar como cabreados, que plasman el sentimiento de rabia por la situación política actual y las ganas infinitas de que ojala todo fuese mejor.

La noche empezó de una manera muy motivadora, con una banda nacional que nos hizo sentir orgullosa de la escena musical actual del país. We Ride fueron los encargados de calentar el ambiente y ¡vaya si lo hicieron! después de un año de descanso, nos presentaron su nuevo álbum Empowering Life (2017), el cual suena de manera increíble en directo, con una actitud intachable y una motivación envidiable, la banda alienta al público a estar en constante movimiento al igual que su sonido, imparable y rápido, con hits como Self Made o What You Are de su último disco. Creando un sonido muy propio y difícil de encasillar en un único género,  encontramos que la música de We Ride solo se pude caracterizar como dura y adictiva, y a diferencia de la gran mayoría de grupos de su género, en el micrófono nos encontramos a una mujer asumiendo el rol de líder, una líder que no tiene nada que envidiar a los demás grupos.

Con letras reivindicativas y políticas, tratando problemas como la contaminación, el machismo o la corrupción, la frontwoman Mimi Telmo, al igual que toda la banda, nos deleitó con un sonido imparable, algo que no es fácil en el género del hardcore, ajustado a unos riffs que no pudimos de dejar ‘headbangear’.

Pasando al segundo grupo de la noche, Capsize, el cual ya había estado en nuestro país otras veces, nos deleitó con una actuación perfecta, con un sonido increíble en directo que nos tiene acostumbrados, un screamo que no tiene fallos en ningún momento, ya sea en los momentos acelerados, lentos, duros o incluso en los suaves. Con una descarga interminable de  riffs bárbaros, una voz que combina enfado y la agilidad del punk-rock con el toque más característico de la fuerza del metal, nos llevan a un sonido lleno de matices, con un directo más que espectacular.

El gran amor que sienten los fans con Capsize está basado en esa letras tan profundas en las que, aparte de un gran trabajo detrás, podemos encontrar comprensión, sentimiento y mucha empatía. Llenos de letras significativas, la banda sabe que el público se vuelca con la música que llega al corazón, y es por eso que vimos a un público entregado al cien por cien, como si Capsize fueran los cabeza de cartel de esta gira, algo que un grupo telonero agradece mucho. Sin indagar en lo más profundo de la política para su música, el grupo nos presentó un setlist que nos dejó temblando, en el buen sentido, con himnos que todo el mundo no dejaba de gritar hasta en la tienda de merchandise después del concierto, con hits como The Angst in My Veins o Tear Me Apart de sus álbumes The Angst in My Veins (2014) y A Reintroduction: The Essence of All That Surrounds Me (2016), respectivamente. Y para sorpresa de todos, nos deleitaron con el directo de su single más reciente, Cold Shoulder, el cual salió en Agosto de 2017, y aún ser un single muy reciente, el público se volcó de manera increíble con el mismo, algo que el grupo entero se tomó como una muestra de pasión por su música e hizo que hubiese una conexión muy personal con la banda, con interacciones muy constantes debido a las continuas invasiones del escenario por parte de los asistentes para realizar crowdsurfing o incluso cantar con el mismo grupo.

La noche llegaba a su fin y fue cuando el ambiente estaba más caldeado que nunca, el público parecía recién levantado a nivel físico, algo que nos sorprendió ya que los dos primeros grupos habían sido bestiales, pero fue la pasión por la música lo que nos hizo estar como nuevos para ver a Stray from the Path.

La última vez que estuvieron aquí fue de teloneros para el grupo australiano The Amity Affliction, y nos presentaron su trabajo más reciente Subliminal Criminals (2015) y nos dejaron sin aliento, con un setlist impresionante, sobre todo con hits de su disco más reciente, en ese momento, y como era de esperar, en su segunda visita a España, la banda continuo la epicidad.

Presenciamos un setlist dominado por los hits más recientes como por ejemplo Loudest in the Room, Goodnight Alt-Right, Let’s Make a Deal o Only Death Is Real. Y es que siempre se nos presenta el mismo dilema, cuando un disco nuevo es tan bueno que queremos escucharlo entero en directo, pero a la vez necesitamos oír los hits más míticos de la banda. Stray from the Path hizo un gran trabajo en el setlist, sin dejarse ninguna canción y dándoles a todas la misma importancia, de primera a última, siempre vimos la misma actitud rompedora de Andrew Dijorio (cantante), Thomas Williams (guitarra), Anthony Altamura (bajista) y Dan Bourke (batería).

Vimos una línea continua durante todo el set, en el cual hubo un pequeño problema de sonido con el micro del cantante durante mayor parte de la velada, pero aún así, el público no se vino abajo, cuando algo no se escuchaba de la manera más alta, el público hacía posible que toda la sala supiese que canción estaba sonando en ese momento, incluso aunque no hiciese falta, ya que con esos riffs tan característicos, influenciados por grupos como Rage Against the Machine, de una manera lírica que a todos nos encanta.

El movimiento que vimos en el grupo fue de un nivel superior, no podíamos, ni queríamos, permanecer quietos por mucho más de unos segundos para coger aliento, y es por eso que sentimos que cada canción era la última, ya que tanto el público como el grupo, lo dieron todo, disfrutando de los hits más significativos y los cuales han hecho que el grupo se consolide rápidamente y llegue a considerarse una de las mejores bandas ‘outspoken’ de la escena actual, algo que tenemos muy claro y algo por lo que hicimos de esa noche, una de las más duras de todo el año.